Emociones Dibujadas
He llevado un Diario Visual casi por puro accidente. Durante mi adolescencia no sabÃa expresar con palabras el enojo, tristeza y miedo por lo que pasó con papá... Entonces lo dibujaba, como podÃa, sin pensarlo mucho, era casi una necesidad fisiológica, fue mi auto-terapia. Luego, llenaba libretas de dibujo que debÃan ser para el trabajo o la escuela con lo que me estaba pasando en ese momento... en su mayorÃa eran ondas tristes, no las querÃa andar cargando y las dejaba ahÃ. Inevitablemente se transformó en mi refugio, porque llevaba un diario escrito pero no era lo mismo, no era tan honesta como en el visual. En NYC veÃa a una Counselor que me dio dos hojas con columnas llenas de palabras. Eran emociones... porque yo no tenÃa las palabras para expresar cómo me sentÃa... Inevitablemente se transformó en mi refugio, porque llevaba un diario escrito pero no era lo mismo, no era tan honesta como en el visual. Mi no planeado Diario Visual comenzó a tomar forma, iba a él más seguido que de costumbre, descubrà que mi estilo se habÃa transformado... Los dibujos monocromáticos y tristes fueron dando pie a plastas de color, porque ahora involucro el tacto, sentir la pintura es tranquilizante, siento el color, me dejo fluir y al final, he terminado una taza de café, una entrada en mi Diario Visual y he transformado mis emociones en belleza, me siento satisfecha, puedo seguir avanzando un poquito más ligera, un poquito más libre.
